Resulta que hoy le estamos cambiando una pantalla a una luser. Tenía una pantalla CRT de 15″ por lo que decidimos cambiarle la pantalla por una TFT de 17″ que teníamos «sin dueño» en nuestro departamento.

Antes de enviar al técnico a cambiar la pantalla llamo a la luser para advertirle del cambio y que no le pille por sorpresa o trabajando y hagamos un viaje sin sentido.

– Hola Pepa, verás, que como tienes una pantalla vieja, he pensado que tenemos aquí una pantalla plana (si le digo TFT no lo entendería) muerta de risa. Si la quieres es tuya.
– Hola PI, muchas gracias por acordarte de mí, pero mi pantalla ya me sirve, ahora que la tengo a mi gusto.
– ¿A tu gusto? Pero si te voy a cambiar una CRT de 15″ por una TFT de 17″. Es como cambiar de un Seat 600 a un Renault Megane (típico ejemplo para que un luser entienda)
– Yo de eso no entiendo, que si TFT, que si CRT, 15, 17 a mí me da igual. Lo que yo digo es que esta pantalla la tengo como a mi me gusta, con mis iconos y mis programitas ordenados.
– Vamos a ver Pepa, que te vamos a cambiar la pantalla sólo, no la torre. Todos tus iconos y programas seguirán exactamente igual.
– Si, eso dices tú. Seguro que luego me falla todo, las impresoras, Internet, los programas y luego tengo que llamar para que me arregléis el problema.
– Que noooo !!!! Que sólo se cambia la pantalla !!! Que no te afecta en nada !!! Todo seguirá como antes pero mejor, más nítido, más espacio en tu mesa.
– Bueno, haz lo que quieras, al final siempre haces lo que quieras. Pero como algo no funcione luego voy a quejarme a Dirección.

Así que envío al técnico y rezo para que esta luser (Pepa) no tenga ningún problema «ajeno» a la pantalla. Ya sabemos todos que en cuanto tocas algo están con aquello de:

– El otro día me arreglaste la impresora y ahora resulta que el teléfono no funciona.

Es que ven pasar a un técnico por su departamento y siempre la culpa del téncnico que «hace tres o cuatro días estuvo tocando algo por ahí».

En fin, otra más para el premio «luser del año».