Hace unos días llama una luser indicando que no pueden abrir un documento Excel protegido con contraseña. Ella está convencida que la contraseña que utiliza es correcta pero el fichero le dice bien claro que la contraseña es incorrecta.
Le indico que yo lo único que puedo hacer es sacar mi bola mágica de crista e intentar adivinar la contraseña pero que no suelo ser demasiado efectivo en estos caso.
Le hago ver que si un usuario (ella, luser) protege un documento con contraseña no tiene sentido que yo (o cualquier otro) se salte esa protección así tan alegremente.
Pide que recuperemos una copia de seguridad del fichero (sí, estaba en un disco de un servidor que se hacen copias cada noche). Nos dice una fecha en la que ella jura y perjura que trabajó con ese fichero y por tanto la contraseña era correcta.
Le restauramos la copia de seguridad y … la contraseña sigue fallando. La luser casi se pone a llorar.
No es la primera, ni será la última, luser que olvida la contraseña de algo así. Lo que pasa es que están muy mal acostumbradas/os a que luego viene el Puto Informático y le reestablece la contraseña del correo, del dominio o de cualquier otro programa o acceso.
Pues esta vez no quiero ni puedo. Ya sé que existen programas que prueban mediante diccionarios o fuerza bruta romper la contraseña de documentos. Pero dependiendo de la contraseña podríamos estar meses y meses probando con fuerza bruta y al final no obtener resultados.
Así que, como ha sido fallo suyo, como no presta atención a las contraseñas que pone, ahora que se espabile. Así la próxima vez pondrá más atención en lo que hace.