Hace unos días os explicaba la incidencia ocurrida con la peor luser de mi vida. En ella dije:
Quizás no ha sido la peor Luser de todas (me acuerdo de una… para la próxima entrada) pero sin duda está en el top ten de las peores lusers de Garito S.A.
Pues bien, ha llegado el momento de hablar de la luser que mencioné en la anterior entrada. Resulta que un día llama una luser explicando que tiene un problema (no recuerdo qué problema). Así que le pregunto el número de PC conecto remotamente. Lo reviso, compruebo, todo OK. Ningún error, reinicio, compruebo configuraciones, etc. Todo correcto y ni rastro del error. Después de más de media hora revisando y comprobando configuraciones le digo a la usuaria que yo lo veo todo bien. No entendía como pudo tener aquel fallo si la configuración era correcta. Estaba un poco desconcertado. La luser, sin darle la más mínima importancia a sus palabras suelta:
– No, si el PC al que estás conectado no es el que falla. El PC que falla es otro.
Resulta que la luser, la muy cazurra e inútil había cambiado de ordenador para poder trabajar. Cuando yo le pregunté el número de ordenador para conectarme, la inútil me dice el ordenador en el que estaba trabajando actualmente, en lugar de indicarme el número del PC que falla.
Vale, fallo mío por no decirle a la luser «indíqueme el número del ordenador QUE FALLA«. Pero vamos, si tienes el coche roto, no le enseñas el motor del coche que funciona al mecánico.
Quieres tapizar el sofá de tu casa. Llega el tapizador y te dice: «Muéstreme el sofá«. ¿qué haces? Le muestras el primer sofá que encuentras en casa? ¿le muestras el sofá donde estabas sentada? ¿O le muestras el sofá que quieres tapizar? La respuesta es lógica. No entiendo porqué si trasladamos la pregunta al campo de la informática: «¿Qué número de PC?» puede generar algún tipo de equivocación.
En fin, que como digo en más de una ocasión, que lástima que la selección natural dejara de actuar en los humanos…