Resulta que ni estando de vacaciones dejo de hacer de pringao. Seguro que recordáis aquella ocasión que tuve que hacer de pringao en una boda solucionando un problema de configuración con una impresora.

Estas vacaciones, mientras recorría parte de España tuve que arreglar un problema en un albergue con un escaner y un router Wifi que no funcionaban. El problema vino a la hora de pagar la cena y la estancia: no me hicieron ningún tipo de descuento por mis servicios.


Resulta que esta semana llego a casa y tengo una solicitud de amistad para mi usuario «Garito SA» de Facebook y un mensaje privado (ambos de la misma persona).

Agregué la amistad y leo el mensaje. Resulta que me estaba pidiendo ayuda porque su lector DVD había dejado de leer algunos discos y claro, si lo lleva a la tienda de informática le cobrarán un pastón.

Incluso un poco cabreado por la situación (joder !!! hay que tener morro) le contesté intentando ayudarle y solucionar el problema o al menos detectar el error.

A día de hoy ni un triste GRACIAS o cualquier otro tipo de agradecimiento.

Seguro que estás leyendo esto. Así que si te das por aludido… SÍ: ERES UN GETAS !!! (y yo un pringao).